(Sin título... Aún)

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A partir de ahora postearé fragmentos de una historia que comenzó a escribirse (Asi, es, prácticamente se escribió sola) el año 2008, luego, el archivo desapareció por completo... Y cuando pensé que no había más esperanza, lo volví a encontrar en un viejo USB... Y aqui está, pidiéndome que continúe con la historia que mantiene su stand by, ansiosa de un final... (He procurado no hacer correcciones al original del 2008, para mantener la escencia y la naturaleza del texto)







Qué irónico resulta el mundo a estas alturas
Mientras más difícil y más dura se pone la vida
Mayores son las ganas de mantenernos despiertos.






Cuántas cosas han cambiado desde observamos las primeras luces del mundo, cuando uno podía levantarse de su cama y observar afuera los campos verdes llenos de vida, el cielo azul iluminado por el majestuoso brillo del sol en las mañanas, el cielo nocturno cubierto por aquel lóbrego manto negro con pequeños diamantes incrustados que parecen moverse al ritmo de los latidos del corazón, y que hacían las noches mas apasionantes, la luna… esa luna que hoy llora recordando lo que vio, que siente el vacío que queda en el mundo… y es que ya nada es como antes.

Los astros en el cielo se preguntan una vez mas si es que el mundo volverá a ser algún día lo que un día fue, mientras observan taciturnos el destino abatido del planeta, un planeta que ha cambiado, y que por la ambición de sus habitantes hoy se destruye lentamente, poco a poco, minuto a minuto…

Tengo ganas... De volver a tener ganas.

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Hastiado de asesinar historias en noches de nostalgia y pesar, tengo ganas de regresar a mi espacio. Tengo ganas de volver a jugar a ser un seudoescritor de pacota con mala ortografía y frases redundantes que amaba dibujar personajes en su imaginación, y que jugaba a ser Dios una vez por noche, para que sus personajes caminen con vida propia, creando senderos, abriendo puertas, llorando, riendo, sufriendo, gozando... ¿Muriendo?

Tengo muchas ganas de salir a la calle y gritar que estoy vivo porque aún puedo sentir el aire en mis pulmones, nuevamente asfixiados con tabaco, y porque tengo una vida llena de personajes reales, que por suerte, son más los que debo amar, que los que debo odiar.

Tengo muchas ganas de no tener más problemas y solucionarlos todos de un disparo,  de mirarme en ese espejo una vez más y escupirme ese millar de palabras que me merezco por ser tan inicuo e inconstante conmigo y con los míos.

Tengo ganas de ser feliz, sin tener que pagar el alto precio de la felicidad… No quiero tributar más por sonreír… No más daños, no más penas, no más dolor…

Tengo ganas de pedir disculpas, a ese centenar de personas que se las merecen... Porque hoy no tengo más excusas para no pedir disculpas, hoy no tengo más pretextos para ocultarme detrás de mis argumentos esforzados, que están cansados de estirarse para proteger el estúpido valor de mi indignidad.

Hoy regresa el asesino, sin pretextos, sin complejos, aunque aún con algunos pesares, con más sed de vida que nunca; no tengo idea de cuántas personas puedan leer esto, solo espero que se disfrute tanto leyendo, como yo disfruto escribiendo.

La vida es una montaña rusa...
 
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